Vivir en la gran ciudad, en un confortable apartamento tiene sus ventajas, hay seguridad, todos los servicios a la mano, centros comerciales y tiendas a la vuelta de la esquina, pero a Josefa Campos le pasó un hecho muy curioso y particular, su apartamento era lujoso, se sentía muy cómoda y a gusto, pero en su habitación y justamente sobre su cama, caía del techo una gota, doña Josefa amanecía todos los días con su cara y las sabanas mojadas, muy molesta por aquella situación, decidió poner la queja en el Condominio, pero en vista de que pasaba el tiempo y no obtenía solución a su problema, decidió subir al piso superior y hablar con el dueño del apartamento: ¡Buenos días señor, disculpe la molestia, soy su vecina del piso nueve y quiero pedirle que por favor le ponga solución a una filtración que usted tiene, ya que hay una gota que cae sobre mi cama!. Con cara de sorpresa don Julio Fuentes le respondio: ¡Señora yo no tengo ninguna filtración en mi casa, hable con el otro vecino!. Doña Josefa muy molesta se marchó a su casa, ese vecino de mal genio no quería colaborar y solucionarle el problema. Una amiga le aconsejó que hablara con la Policia Municipal, así lo hizo, el día siguiente doña Josefa nuevamente en compañia de un Policia tocó la puerta de Julio Fuentes: ¡Buenas tardes señor, en vista de que ayer usted no quiso solucionarme el problema, decidí venir hoy con la Policia,porque ya no aguanto más esa bendita gota!. Muy cortésmente don Julio permitió que el Policia entrara a su apartamento y revisara a ver si había alguna filtración, pasaron los minutos y no encontraron nada, entonces doña Josefa intervino para decir: ¡Yo no estoy conforme con esta revisiòn y quiero proponerle al señor que contratemos a un plomero para que revise su apartamento, porque estoy segura que es aquí en donde está el problema!. Como a los tres días se presentó el plomero, rompió a martillazos todo el piso del apartamento y encontró una vieja tubería de aguas negras oxidada y rota, la cual hacia su recorrido desde el baño hasta el cuarto de don Julio, la revisión determinó que la filtración salía de una poceta, justamente en donde don Julio hacia sus necesidades y orinaba a menudo, cuando doña Josefa se enteró de la situación entró en cólera y acercándose a don Julio le grito a plena voz delante del plomero: ¡Mire señor yo pensaba pagarle todos los gastos por la rotura del piso de su casa, pero enterada como estoy de que la filtración salía de su baño, he dicidido no pagarle nada, porque sabe usted el tiempo que tengo tragándome dormida esa gota, la cual pensaba que era agua y ahora me entero que es orin y quien sabe que cosa más!. Sin poder reír por respeto a tan enfurecida señora y más bien apenado, don Julio se disculpó con doña Josefa y decidió correr con todos los gastos de la reparación y así darle solución al problema de la gota.