Las vueltas el amor. Cuentos cortos fantásticos


Las vueltas el amor

Autor: Javier Lopez

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Cuento publicado el 18 de Abril de 2012


Ya hace muchos años esa idea rondaba su cabeza, no estaba de acuerdo con el ritmo normal de las cosas y el amor que sentía por su esposa lo hacia pensar en ideas que trascendían la frontera de lo científico y el sentido común, internándolo cada día mas en un proyecto que involucraba a dioses y la magia. Así las cosas un día se levanto y sin decir una palabra, la abandono; con el corazón destrozado se alejo de ella prometiéndose que los beneficios para ella superarían con creces esa enorme perdida para el y se encamino hacia un camino que el pretendía lo llevara a conseguir mas tiempo para su mujer, no era que estuviera enferma, sino que el sentía que esa persona tan bella se merecía mas que nadie poder vivir mas, y no pensaba escatimar esfuerzos para conseguirlo.


De esa manera recorrió el mundo leyendo manuscritos guardados en castillos europeos, pergaminos de la india, se convirtió en ladrón de tumbas egipcias, bailo en trance con tribus africanas, fumo cuanta hierba se le cruzara con los jefes aborígenes del Perú e intento infinitas formas de hacerse con la sabiduría necesaria para burlar a la muerte y llegar por atajos a la puerta del cielo, o como se llame ese lugar que le diera lo que buscaba; hasta que después de cinco años logro a base de ritos y unos cuantos artilugios considerados pecados llegar a las puertas del cielo.

Una vez allí atento a lo cercano de su propósito golpeo fuertemente las puertas y casi con soberbia, respaldadas según el por tantos años de suplicio, ordeno, mas que solicitar ser entrevistado de inmediato; rápidamente fue atendido por el guardián de la entrada que con solemnidad le explico que al haberse manipulado la naturalidad de las cosas una reunión con los dioses era impensable y que debía volver por donde vino. ¿Volver por donde vine?!, jamás!!!!!, traigo en mi pecho el favor mas grande que pueden hacer los dioses por la persona mas bella del mundo, y debería volverme?, nunca!!!!, grito. Pero las puertas fueron cerradas igual y no hubo una respuesta.

Lejos de amedrentarlo esto solo sirvió para que redoblara sus esfuerzos y permanecería allí parado a las puertas del cielo, golpeando cada día y siendo rechazado cada día, en los momentos de desanimo la imagen de su esposa llenaba su espíritu de una dulce tibieza y eso bastaba para confirmar su lucha, el ya no importaba y permanecería allí hasta el fin de los tiempos si fuera necesario.

Cuando se preparaba para la eternidad, a los cinco años de haber llegado un anciano se acerco a el desde adentro de las puertas y con una riza maliciosa le explico que los dioses veían de mala manera la inquietud con que las almas que arribaban a ese lugar comentaban sobre la mirada decidida, por no decir amenazante, del no muerto que vivía en las puertas del cielo, por lo que seria atendido en el consejo de los dioses. La alegría de la noticia dada por el anciano se transformo en sorpresa al ingresar al consejo, los dioses asombrados y sobre todo curiosos por tamaña determinación demostrada por ese hombre vinieron en tropel a verlo y prestarían por ende absoluta atención a lo que tuviera que decir el visitante, momento mas oportuno no encontraría.

Arrojo su túnica y quedo con su espíritu descubierto, sobresaliendo su corazón que brillaba como una estrella, destaco a partir de allí con las cartas sobre la mesa las virtudes de su amor, puso ante los ojos de los altísimos las cualidades de su amada, su amor por la vida, su despego por lo material, su angelical sonrisa frente a los problemas, su infinito amor a sus hijos, mostró mapas de su vida plagados de gloriosos momentos de entrega al desdichado, y continuo por días sin que en ningún momento languideciera la atención de aquellos que lo escucharan hasta que formulo su pedido…”en base a lo expuesto y en virtud de que creo solemnemente que esta mujer se lo merece por encima de cualquier mortal, solicito para ella 50 años mas de vida a cambio de mi alma”.
El silencio de la sala fue pasmoso, nadie movió un músculo (si lo tuvieran) y después mas silencio, hasta que todos se retiraron de la sala. Estaba acostumbrado a esperar, así que esto solo era un escalón mas; pero no espero demasiado hasta que vio entrar a alguien desde su izquierda, era un joven pero su túnica era diferente, en realidad no parecía una túnica era mas bien una armadura pero de plumas y lo que mas lo asombro era lo parecido que era a su padre, pero la riza maliciosa con la que se presento era igual a la del anciano que lo había recibido en el portón, a esas altura ya no sabia que pensar, hasta que el joven hablo y dijo… “eres alguien especial, de eso no cabe la menor duda, aunque creo que lo que te hace especial es esa mujer; con relación a tu pedido, si bien es cierto que tiene cualidades excepcionales no podemos ni debemos otorgar estas excepciones porque el paso por la vida no esta en venta ni es pasible de cambios por parte de nosotros, discúlpanos por favor pero no podemos hacer nada”, y el joven con una mano sobre el hombro del visitante se disculpo y le deseo buena suerte.


Su angustia fue terrible, después de eso que quedaba por hacer?, si tuviera poderes lanzaría rayos por los ojos pero sabia que no podía, todo se nublo, era hora de resignarse?, hasta que la vio, morena, el pelo tan negro como la misma noche y en el, algunas estrellas brillando, los ojos dorados como el ámbar con chispazos plateados que se desprendían de ellos como fuegos artificiales y lo miraba, no supo que hacer, si alguien se parecía a un Dios en esa sala era ella y o sorpresa!, tenia esa riza maliciosa; sentada en la parte mas alta de los peldaños lo miraba como un gato a una bola de lana, hasta que en un pestañeo estaba a su lado y le dijo… “tengo un juego, un negocio, una sorpresa, un trato, una idea, tengo una opción para ti”, de vuelta la esperanza, el pecho se agita y acepto, como no aceptar!, es su oportunidad!, no la debía desaprovechar.


Lo llevo de nuevo a la tierra, desde un edificio le señalo un hombre, parecía sofisticado, de mundo, de dinero; y le dijo… “por cada minuto que ese hombre sea feliz yo le otorgare un año mas de vida a tu esposa”, la mire con desconfianza, era un trabajo fácil, un hombre así era imposible que no sintiera felicidad por siquiera unos segundos y ella lo miro con picardía y con un dejo de piedad, y dijo… “te daré ciertas virtudes y poderes para que lo hagas, en cinco años reclamare los resultados”; quedo allí parado unos minutos saboreando su victoria, 50 años mas para su esposa!!!!!, y se dispuso a hacer su trabajo con esmero.

Desde el primer día ya vislumbro ciertas aristas en el pacto al estudiar a su apadrinado, se levantaba el hombre con sus secretarios al lado, dueño de bancos poderosos desde que abría sus ojos solo tenia pantallas con números en su horizonte y aunque vivía con su familia, casi no la veía. Pero no seria un problema, los poderes otorgados por la diosa incluía la capacidad de influir en su agenda así que cambiar su protocolo no seria un problema. Despidió a sus secretarios que fueron reemplazados por unos aun mas miedosos que los anteriores, hizo que sus bancos tuvieran problemas lo que solo hizo que se aferrara mas al trabajo, puso criticas en los diarios criticando su frialdad en los negocios lo que solo hizo que se enorgulleciera de ello, y así continuo por cuatro años y once meses!!!!!!!; el ultimo mes fue una montaña rusa de desesperación , violando ciertos aspectos de las virtudes otorgadas se metió en sus sueños y le increpo sobre sus hijos y su mujer, lo que lo necesitaban y que debía ser un mejor padre, pero al día siguiente, su apadrinado compro acciones en fabricas de juguetería para niños, lo que transformo un sueño buscando valores en una premonición para conseguir mas dividendos en acciones; y terminaron los cinco años.

Sentado sobre una nube ya despojado de la capacidad de influir sobre su apadrinado se le presento la diosa y esa riza maliciosa, sentándose a su lado y acariciando su cabello como sabiendo de su infinito pesar, transformo su riza en piedad y le dijo observando al banquero… “este hombre vivirá 63 años, tantos años como vivirá aquel, señalándole un vendedor de panchos que sonreía en una esquina, a los humanos no los define ni les da felicidad los años que vivan, sino la forma que viven ese cortisimo tiempo que se les da para vivir, quieres que tu mujer viva mas?, pues no hace falta la ayuda de dioses para eso, tu puedes hacerlo haciéndola feliz, vuelve ahora con lo que sabes, que no es poco, y trata de hacer lo mejor para ella con lo que tienes, eso te dará felicidad, pero sobre todo, le dará felicidad a ella y unos años excelentemente vividos”, dicho eso lo beso en las mejillas y se fue.

Con esto y cierta frustración porque su esfuerzo fue en vano volvió a su casa quince años después, parado frente a la ventana vio que su mujer ya tenia otra vida, su nuevo hombre parecía buena persona, inclusive se llevaba bien con sus hijos, y ella, ella gracias a Dios todavía reía igual, y pensó que no era conveniente ingresar de nuevo en su vida así después de tanto tiempo, así que se retiro a pensar que hacer; y mientras se encaminaba a su destino ya sabiendo lo que iba a hacer sonreía, y usando los conocimientos asimilados a través de sus peregrinajes se transformo en lo que el quería ser, o lo que a el le haría mas feliz ser, ya con su ser perdido se transformo en… un pelo del cabello de su esposa.

Y hay estaba un pelo mas en su cabellera, pero saben que, después de lo vivido no es tan mal cosa, te levantas con ella a cada mañana, sentís su olor primero que nadie, cuando anda en bicicleta sientes la brisa y su libertad en cada átomo, y sobre todo me di cuenta de esto al verla por ultima vez, …. “ella a diferencia de mi no tiene nada de que avergonzarse porque su vida es limpia y vive en un alto porcentaje para los demás, ella vive cada segundo agradeciendo, a quien sea, su vida y sobre todo… ES FELIZ”.

//alex


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