Lilas. Cuentos cortos fantásticos


Lilas

Autor: Abyss

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Cuento publicado el 07 de Octubre de 2012


Cortas crecían las flores del campo, seguramente por un suelo tan desgastado. Algunas se negaban a morir, a dejar su lugar. Habían vivido perennes, tan sólo la suave caricia del viento las sorprendía y la visita de una hermosa dama alada. Ahora, cada vez son menos, enfermas, lastimadas, pisoteadas, cortas, pero insistentes. Luchando por su vida, luchando por respirar, cabizbajas y tímidas ante las fuertes pisadas de los seres humanos. Cada noche mueren con el día, sin la certeza de un retoño al amanecer. Entre cacharros y basura, entre restos de aceite y disolventes. Piezas de autos, cables y bujías, bulbos de antiguos televisores, cajas de cartón, botes de plástico, latas y sobras de comida… y entonces, otra flor.

Unas manos revuelven buscando entre la basura una idea, unos recuerdos. Las manos, y el resto del cuerpo humano se alejan con una canasta rota, dejando caer una flor sin vida que era parte de un antiguo arreglo de iglesia. Empolvada, sucia e inerte, cayó frente a la flor que crecía en el basurero, quien la observa intrigada, ¿que será eso? No puede ser una flor, es claro que no lo es. La flor de plástico, sin vida, desparramada, conserva un poco de su belleza y color. La mugre es lavada con la lluvia y sus pétalos vuelven de nuevo a brillar. Mientras todo el tiempo es observada por la flor de verdad.
Intrigada por semejante aberración, indignada con la flor de plástico por tratar de imitarla, respira profundo, enojada. Trata de no mirarla, es peor que un cadáver de flor marchita; es una abominación. Ni las moscas que revolotean sobre la porquería de este monte de basura se acercan a esta flor simulada. El tiempo transcurre hasta el anochecer y la flor verdadera está totalmente harta de tener de frente a esa farsante. Hasta que el sueño la invade y se duerme.
A la mañana siguiente la flor retoñó, revestida de color, amanece con la luz del sol y agradece el nuevo día. Fue entonces cuando la vio de frente, sin vida y se sintió insultada. Que mala suerte tener que despertar cerca de esa usurpadora. Por qué no permanecer con las otras, agrupadas en el campo, que aunque no es un muy buen lugar para vivir, estar juntas le daría alegría y seguridad. De nuevo, todo el día permaneció de pie, observando a la flor de plástico que no tenía ninguna reacción, hasta que volvió a dormirse.
Al retoño de la mañana se bañó con el rocío, respiró aliviada y agradecida por vivir otro día más y en condiciones tan adversas. Casi había olvidado a la flor embustera, hasta que le vio ahí nuevamente, en el mismo lugar desde hace tres días, desparramada y sin vida. Que cosa más inútil, ¿cuál era el motivo de su creación? ¿Burlarse de ella y todas las hermosas flores del mundo? No resistió más y gritó. ¡Oye tú! ¿Qué haces ahí observándome? ¿Qué tipo de creación eres? ¿A caso los seres humanos han decidido sustituirnos? Te crees superior. No puedes imitarme, ni a mi, ni a mis hermanas, ni en belleza, ni aroma. ¿Eres muda?... Se me olvidaba, no eres nada. Todo el día invirtió la flor en reclamarle a la falsa flor todo lo que le molestaba de los seres humanos.
Estamos rodeadas de creaciones humanas, todas ellas inservibles, sin valor en absoluto, invadiendo nuestras tierras. No podemos hacer otra cosa más que sobrevivir en medio de su basura. Tratando de respirar donde no hay aire, rogando porque llegue un poco de agua para beber, luchando por recibir un rayo de sol. Pero tú, qué vas a saber de eso, eres una inútil cosa de plástico sin vida. Así prosiguió todo el día hasta que se durmió nuevamente.

Al día siguiente, muy temprano, cuando las flores del campo alrededor del basurero no habían despertado llegó otro camión con más basura. Cuando la flor retoñó se horrorizó. Qué podría hacer, pronto una tonelada de basura la cubriría y ella estaba enraizada. Casi olvidaba la presencia de la flor de plástico. Me ves aquí sin poderme mover y sé que ríes, no amiga, no siempre fui así, las mariposas me llevaban a vivir a muchos otros lados, pero ahora las mariposas dejaron de venir aquí y no puedo pedirles que me lleven con ellas. Pero tú no entiendes esto, si te cae un millón de basura, no morirás. Toda la tarde entristeció y luego se durmió desesperanzada.
Cada madrugada llegaba el camión recolector, con más basura. La basura se extendía sepultando vida; flores que dormían agrupadas en lo que había sido un campo lleno de lilas. La flor despertaba cada día más temerosa, preocupada por lo que ocurriría mañana. El campo que, aunque sucio e insano era su hogar, desaparecía a su vista, sus hermanas morían para siempre en cada madrugada. La flor de plástico permanecía ahí, inerte, sin vida, sin preocuparse de su suerte.
Esa noche la flor sintió que el sueño la invadía, pero en un último respiro decidió desprenderse de su tallo. Cuando amaneció el nuevo día, la flor estaba un poco más cerca de la flor de plástico, y sonrió contenta. Disimulando el entusiasmo de la efectividad de su plan explicó; hay un hogar de hormigas fastidiosas por allá, no dejan mis raíces en paz. Y de nuevo observó con tristeza lo poco que quedaba del campo. El resto del día lo pasó en silencio, a veces veía a la falsa flor y parecía que esta quería hablarle y por algunos segundos pensaba que tenía vida, que la escuchaba, que compartía su tristeza y preocupación. La lluvia llegó varias veces, algunas ocasiones tormentosa y otras con rocío finito. La flor se limitó a disfrutarla y a beber lo que podía. Las dos flores permanecían cabizbajas.
Esa noche, se dejó caer y dormir otro poco más cerca de la flor de plástico. Así lo hizo cada noche, a medida que la montaña de basura crecía, discutía de vez en vez con la flor de plástico que era su única compañera y cada noche moría más cerca de ella. Cuando al fin despertó una mañana tan cerca de la flor de plástico que podía tocarla, las flores del campo habían muerto bajo toneladas de basura, no quedaba nada de aquel campo, sólo quedaba una flor viva y era ella.

//alex


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Últimos comentarios sobre este cuento

Fecha: 2015-07-31 08:04:16
Nombre: RconR
Comentario: Esta historia nos pone a pensar sobre como la urbanidad acaba con la naturaleza sin darnos cuenta de su belleza por mas humilde que sea


Fecha: 2012-10-19 19:14:23
Nombre: BERNAX
Comentario: ME HA GUSTADO Y ME HA DEJADO TRISTE PIENSO QUE HA CUMPLIDO SU MISIÓN DE DESPERTAR LA CONSCIENCIA DE QUE NO SOMOS TODO EN ESTA VIDA Y HAY COSAS MÁS PEQUEÑAS EN TAMAÑO PERO CON EL MISMO VALOR DE ESTAR VIVAS