Era una noche tan oscura que se sentía como sí la maldad se acercara a mi . No había ninguna luz que se pudiera reflejar en algue vidrio de las ventanas de las casas . Sólo una muy pequeña que se veía en el una lejana esquina ,era como la sí estaría en el cielo , de acuerdo a las descripciones que la gente o las películas mostraba. Seguramente se preguntaran ¿que es lo que había un chico como yo parado en medio de una oscura calle y en una hora tan avanzada? . En realidad estaba esperando al autobús que me llevaría directamente a mi casa , era de color blanco y muy antigua . Ya llevaba esperando más de treinta y dos minutos . A decir verdad estaba totalmente cansado , por que todo el día estuve buscando una maldita mercería para realizar los mandados que mi madre me pidió . Desde el el fondo se podía observar el autobús acercándose . A el subí y conduciendo se encontraba un amigo de mi padre sólo que no le caía bien a nadie debido a su impredecible actitud , es decir que podía cambiar su ánimo en tan sólo en un minuto . En el autobús había aproximadamente veintisiete personas , sólo sobraba un asiento y en el me senté . El viaje ya estaba por terminar y nadie había bajado . Estaba dormitameme y al borde lo logré , me dormí tan sólo por un interminable minuto . Cuando desperté no había nadie en el y confuso por lo sucedido le pedí que me explicara lo sucedido pero el no me respondió , entonces le pregunté de nuevo y no respondió . Lleno de una gran ira le dije: - ¡¡¡ detengase!!! . Pero el me dijo : -jamás podré.
//alex
Jamás
Autor: Matias Flores
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Cuento publicado el 18 de Mayo de 2013
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