En el mas alla. Cuentos cortos fantásticos


En el mas alla

Autor: Ruben Moreno

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Cuento publicado el 09 de Mayo de 2021


Ya se habían encontrado un par de veces, pero debido a su similitud no se habían reconocido. Pero aquella noche de julio cuando el cielo estaba completamente despejado y la luna arropaba con su luz blanquecina toda la extensión del campo santo, se miraron de frente y volvieron a sentir el odio y el rencor que los marco durante toda su miserable existencia. Pasaron todos los días las horas minutos y segundos odiándose por algo que ni al final de sus historias ni siquiera lo recordaban.

Al verse frente a frente, volvieron los reclamos, las palabras de alto calibre y uno a uno fueron despertando los blancos esqueletos que ahí dormitaban su largo e interminable paso por las sombras de la muerte.
Se formo una rueda macabra con las almas curiosas y poseídas de morbosidad, ante aquel barullo que espantaba la tranquilidad de aquel panteón, donde chatas calaveras eran iguales las unas a las otras.
Ricos y pobres eran igual de miserables y su única riqueza era el descanso eterno, descanso que fue quebrado por aquella pugna que databa de siglos pasados y que revivía ante las tinieblas de esa noche veraniega y tenebrosa.

Enemigos hasta la muerte, se dijeron hasta de que se iban a morir, tal vez olvidando que su defunción ya había sido sentenciada por los más altos niveles de la eternidad. No faltaron los que con sus comentarios incitaban la querella, hasta algunas apuestas se corrieron entre los vecinos, que sentandos en sus tumbas como improvisadas graderías elevaban la temperatura de aquella calurosa noche, con sus vítores y favoritismo por el uno o por el otro.
Y fue ahí en lo más alto de la ebullición del altercado que de las palabras se fueron a las manos y sincronizados por el odio, levantaron sus cubitos y radios y se golpearon mutuamente, al tiempo y hasta en la misma vértebra cervical, lo que hizo que todos sus huesos de desquebrajaran como castillo de naipes, formando un montón de escombros con los restos de estos miserables que no apreciaron sus vidas y terminaron en su muerte como un rompecabezas que nadie quería armar.
El publico regreso algo decepcionado a gozar del placentero descanso que brinda la muerte.

//alex


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