Carta con letra de doctor

Querido Súper Marquitus:
Anoche me encontré en el Cuartel de la Ley y la Justicia con nuestro superamigo El Hombre Araña y me contó que vio, desde la ventana de tu habitación, que estabas muy triste y lloriqueando. Como no fui a visitarte, decidí enviarte esta carta.
Ya sé..., no me digas nada... ¡seguro que estabas triste porque te fallé!....pero ¿sabés qué?, estuvimos juntos igual porque vos me ayudaste a resolver una importantísima misión. ¡Te lo digo enserio! ¡Creeme!, es así, sin tu valiosa ayuda nada hubiese podido hacer.
Te cuento: anoche, como todas las noches, me tocaba el turno de guardia en el hospital. Cuando me disponía a visitar a los chicos internados mis oídos ultrasónicos comenzaron a detectar la señal de alarma que provenía del cuartel. Me llamaban con urgencia para cumplir una peligrosa tarea.
Al llegar, me indicaron que debía dirigirme velozmente hacia el edificio Center, porque en la cornisa de su terraza, como a quince pisos de altura, había quedado atrapada y a punto de caer al vacío, una niña con su mascota. Como te podés imaginar el caso era muy complicado. Había que actuar rápido y con mucha cautela. Entonces, fui al baño, me saqué el delantal blanco, guardé el estetoscopio, y ya convertido en Superman, acudí a su rescate. Pero algo imprevisto ocurrió. ¿Sabés qué?, en el camino me estaba acechando Lex Luthor y sus secuaces ¿Te acordás de él?, ¡claro, ese mismo!, mi archienemigo, el quiere apoderarse de la tierra y sembrar el miedo y el terror. Resulta que se proponía poner en marcha un nuevo y diabólico plan: cazar a todas las mascotas, gatos, perros, canarios, pericos... y someterlos a intensos campos electromagnéticos y convertirlos en villanos. Después, los devuelven a sus amos, los niños, que se contagian de maldad. De ese modo, se apoderan del mundo. Es por eso que la nena persiguió a su gatito hasta la terraza del edificio y cuando estaba a punto de ser raptado por Lex, lo sujetó fuertemente de la cola, pero tropezó y los dos quedaron colgando.
El asunto fue, que cuando salí volando como un rayo para rescatarlos, se me interpuso Lex Luthor, que comenzó a bombardearme con piedras de Kriptonita, y como te imaginás, comencé a perder fuerzas. Mi visión infrarroja se nubló y mis oídos supersónicos ensordecieron. Mi confusión era terrible y creía, ciertamente, que esta misión fracasaría, y que la niña con su mascota, caerían al vacío.

Debía llegar antes de que fuera demasiado tarde. Pero, ¿qué podría hacer para evitar el aluvión de las “piedras verdes”? Y fue entonces que se me ocurrió una genial idea: te pedí ayuda.
Así fue cómo, arrastrándome y con el último aliento, llegué a tu habitación en el hospital. Abrí la puerta y estabas profundamente dormido. Entonces utilicé las últimas fuerzas que me quedaban, y aprovechando que la Kriptonita no debilita mis poderes de “acceso a los sueños” de los niños, marqué la clave secreta: EUREKA MSH 1.9.8.6., y entré.
Una vez convertido vos en el Superhéroe Supermarquitus, saliste volando como un rayo por la ventana y te enfrentaste a Lex Luthor y todo su escuadrón. Utilizaste muy bien la pistola “aceleradora de partículas” y destruiste todo el arsenal de Kriptonita enemiga. Entonces salté por la ventana y fui al rescate de la niña y su gatito. Ni te imaginás el susto que tenía, pero estaba feliz cuando la dejamos a salvo. Una vez cumplida la misión, los dos regresamos al hospital y vos seguiste durmiendo plácidamente.
Así que ya sabés Marquitos, perdón “Supermarquitus”, no quiero que te pongas triste ni que llores si alguna de estas noches no paso por tu habitación para curarte y me reemplaza otro doctor. Vos sólo intentá dormite, muy rápido, para que el “supersueño” llegue enseguida y me puedas ayudar a rescatar del peligro a todos los niños del planeta tierra.
¡Ah!... me olvidaba, no le cuentes este secreto a nadie, y recordá siempre que los niños tienen superpoderes solamente cuando sueñan.
Nos vemos esta noche. Te lo prometo.
Tu médico y amigo
Superman.