El último hombre sobre la Tierra
Autor: Fernando Sandoval
(3.72/5)
(695 puntos / 187 votos)
La vi en cuanto se subió al bus, increíblemente venía sola –eso me extraño, pues siempre la había visto acompañada por dos o tres tipos diferentes- pero me extraño mas cuando, después de divisar los lugares disponibles en el bus, miro hacia el fondo y camino lenta pero decididamente hacia mi…
Era lindísima, morena clara, pelo corto, oscuro, ligeramente ensortijado, su rostro hermoso, y siempre esa falda, que aunque no era mini permitía ver aquellas magnificas piernas… -Me das permiso- la escuche decir sacándome de mi embelesamiento, -si, claro- me escuché decir con voz insegura, al tiempo de que me levantaba y ella pasaba de mi lado izquierdo…
Yo iba casi hasta la otra base en un trayecto de alrededor de una hora y bien sabia que ella iba mas lejos, probablemente hasta la base, y así a solo unos diez o quince minutos de llegar a mi destino, por fin salió de mi boca un –hola que tal- claro previamente ella había realizado un gran esfuerzo para lograrlo, pero yo pasé por toda clase de sufrimientos, sudé, me deprimi, pensé en bajarme y hasta me dormí un por un rato;
-Hola-me contestó con su bella sonrisa.
-¿De la escuela?-
-Si, ¿y tú?-
-También ¿que estudias?-
-Estoy estudiando Informática, Licenciatura en Informática, ¿y tú?-
-Bueno, yo estoy estudiando Ingeniería en Bioquímica- contesté mientras veía como me acercaba a mi destino…
-¿Cómo te llamas?-
-Mayra, ¿y tú?-
Le dije mi nombre mientras veía como me pasaba de mi parada habitual.
-Y que te gusta hacer en tu tiempo libre? A mi me encanta bailar, salir a comer y que me lleven a la playa- me dedicó una gran sonrisa mientras esperaba mi respuesta.
-Si a mi también-, me escuche decir, sabiendo bien que no sabia bailar ni nadar, no tenía auto y para colmo no me gustaba para nada comer fuera de casa, y lo dije con tan poca convicción, que ella lo notó de inmediato.
No en serio, a ti que te gusta hacer…
Pues la verdad, la naturaleza, pasear, también ir al cine…
-Ay chico, que aburrido, pues yo me bajo en la siguiente parada, chao!
Me levanté para dejarla pasar y le dije:
-Oye Mayra me gustaría invitarte a salir…-
-Si claro, algún día-
Y cuando se bajaba alcancé a escuchar:
Cuando seas el último hombre sobre la Tierra…
Un fuerte ruido me despertó, aunque sobresaltado, logre controlarme y no hice ruido alguno, me acerqué lentamente a la puerta escuchando atentamente, me llegaron rumores de voces al tiempo de intentar abrir la puerta nuevamente, lo cual era muy difícil, pues la había atornillado por dentro –vámonos está sellada, si no creo que halla nadie, se ve oxidada- alcance a distinguir entre el murmullo de voces, al tiempo de escuchar varios pasos alejándose. Espere un momento y de nuevo el silencio, mire el calendario frente de mi, mire mi reloj y me di cuenta que era el momento que esperaba…
Ya habían pasado los dos meses planeados de espera desde que me encerré en ese sótano en aquel viejo edificio, -Mayra, estaba soñando otra vez con eso, diez años y todavía lo recordaba claramente: El último hombre sobre la Tierra… - y no pude evitar sonreir.
Empecé a quitar los tornillos de la puerta, eran unos veinte, salió el primero mientras pensaba lo que me había costado llegar a ese momento, acabar mi carrera, seguir con maestría, doctorado, especializaciones, diplomados, desde medicina, hasta genética, pero ya estaba hecho ja, diseñar el virus que solo atacará al gen masculino, estudie tantas enfermedades exclusivas de los hombres, tantas que eran casi exclusivas de ellos e incluso las mas raras, hasta que encontré la manera de dañar solo al gen masculino.
Después, el virus, trabajé con tantos hasta que lo hice mortal, resistente al aire, al agua y también anaeróbico, después controlar las mutaciones hasta estabilizarlosin restarle su gran velocidad de transmision y altisima mortalidad
Y aun encontrar el medio para propagarlo, por el agua, por el aire, si logre hacerlo posible pero era muy lento, hasta que me acorde de la malaria, la enfermedad mas difundida del mundo y claro los mosquitos! Fueron poco más de dos años de arduo trabajo con diferentes especies, Anopheles, Culex, Psorfora, Oclerotatus, Aedes, Sabetes, Culiseta y Haemagoggus, y todos creían que quería acabar con ellos! Ja ja, cuando solo los estaba haciendo mas resistentes, a insecticidas, a parásitos, a depredadores, enfermedades, incluso al calor y sobre todo al frío.
Y así empecé a cultivar tanto virus como mosquitos, pronto logré que los mosquitos fueran el transmisor perfecto para el virus y pronto hallé la manera de incubarlos por miles, hasta millones.
Ahora faltaba el momento justo, investigué todo, desde el campo magnético de la Tierra, climas (que gran ayuda era el calentamiento global), vientos, hasta migración de posibles especies depredadoras e incluso alternas, pues era posible que el virus se trasmitiera a otra clase de insecto.
Finalmente encontré el tiempo mas adecuado que constaba de solo veinte días. Logré colocarme en tres conferencias, una en África una en Asia y una en Australia y me inscribí en un diplomado en Europa, y saliendo de América, completaba un alcance mundial inicial de sólo cuatro días.
La mejor forma de pasar las aduanas, resulto ser con huevecillos de mosquito que eclosionarían con un día de diferencia durante tres días, previamente cargados de virus, en cuatro paquetes diferentes, uno por continente.
No fue fácil, pero convencí en cada aduana que expondría en las conferencias como acabar con los mosquitos, solo en Europa me pidieron una muestra que dejé sin objeción, desde luego que previamente había preparado inocua para un caso así.
Todo salio como lo había planeado, millones de mosquitos manipulados genéticamente para resistir vuelos largos, frío, calor, insecticidas, depredadores…
Quité el último tornillo, desatranqué la puerta y giré la llave, se oyó un clic y quedó abierta la puerta, metí la mano en mi bolsillo y saqué un frasquito y con una jeringa vacíe el frasquito para enseguida inyectarme una vez mas el antídoto, si mas valía asegurarse…
Abrí la puerta lentamente, sin el menor ruido pues la había aceitado previamente, percibí como entraba más aire y la luz del sol, volví a cerrar y me prepare para mi salida triunfal, me duché, me puse ropas nuevas, me afeité, arregle mi cabello lo mejor que pude, cepille mis dientes y …listo.
Me dirigí a la puerta, y tropecé torpemente abriendo de golpe, se escuchó un ruido infernal al chocar la puerta con algunos objetos abandonados y con la pared, espere un momento y no paso nada, subí lentamente las escaleras hasta alcanzar la calle me asomé despacio, procurando que nadie me viera, y vi a varias personas caminar alejándose de mi , se abrió una ventana y alguien se asomó, de aquella tienda salió mas gente, a lo lejos alguien cantaba un balada de letra triste, y así poco a poco noté cada movimiento de cada persona que podía alcanzar a ver; y así no pude evitar sonreír y sentirme grandemente emocionado, ya no importaban todas mis dudas, ya no me molesto mi conciencia, pues todas y cada una de las personas que se movían eran mujeres, sólo mujeres! –Cuando seas el último hombre sobre la Tierra- recordé y una gran carcajada salió de mí sin que pudiera contenerme y entonces sucedió…
Sucedió algo que no contemplé, -maldición como se me pasó- murmullé, pero ya era tarde, primero fueron tres, después seis, no diez, y mas, me vi rodeado de un gran grupo de mujeres, pero prácticamente todas eras señoras mas bien grandes, algunas niñas, algunas ancianas y casi hasta atrás distinguí a dos bellas chicas…
Todas me contemplaron como a un fantasma y alcancé a escuchar –no que ya no había hombres, quizá no es, tal vez gay, no también esos se murieron- y así creció el murmullo hasta que era una algarabía total, pero eso no fue lo malo, pues enseguida alguien me tomo del brazo y luego del otro, luego de todos lados, al siguiente momento estaba siendo arrastrado por el asfalto para enseguida elevarme y ya no tocarlo mas, a alguna se le ocurrió agarrarme del cabello –es mío, yo lo vi primero, no es mío, esperen, lo van a matar… el griterío era ensordecedor y el dolor se empezó a volver insoportable cuando sentí como se desprendía un gran mechón de mi cabeza, de pronto sentí como me proyectaba al suelo a gran velocidad, grite e instintivamente quise meter las manos pero solo se incremento el dolor al sentir que se me rompían ,y así no pude impedir que mi cabeza golpeara con una gran fuerza contra el piso…
Se escuchó un golpe seco, fuerte que paralizó a la muchedumbre como por arte de magia, se empezaron a escuchar reclamos, sollozos y alguien dijo:
-Está muerto, era el último, el último hombre que quedaba…-
Otros cuentos fantásticos que seguro que te gustan:
- La ventana rota
- Pipilinita
- Luz y Oscuridad
- El loco y el espantapájaros
- Un Alma en Pena
¿Te ha gustado este cuento? Deja tu comentario más abajo
(Nota: Para poder dejar tu comentario debes estar registrado.Todavía no lo estás? Hazlo en un minuto aquí)
Últimos comentarios sobre este cuento
Nombre: adrián
Comentario: hola, a mi no me parece que sea una copia de esa pelicula, ni falta de imaginación.
Me parece bueno, pero se puede mejorar mucho.
Le hace falta concentrarse en otras partes del cuento.
No es mal cuento
Fecha: 2010-06-19 10:06:33
Nombre: Ricardo
Comentario: Pasando por alto el tema (que puede ser interesante si se enfoca de otra forma), no me gusta la forma como está escrito. Pienso que no se puede escribir un cuento de la misma manera como se contarÃa oralmente. Y éso es lo que aquà pasa... por éso se vé tan desajustado. Pero hey, buen intento.
Fecha: 2010-05-01 02:13:44
Nombre: Reimnr Luxardo
Comentario: Observo que este cuento, a pesar de que carece de originalidad (me recuerda poderosamente a Soy leyenda), tiene algo simpatico: ¡El chico protagonista, debe eliminar a todos los hombres del mundo, sólo para conseguir el amor de la chica de sus sueños!
Vaya que cosa más simpática...
Fecha: 2009-11-08 06:51:17
Nombre: orlando
Comentario: Y the last men + soy leyenda= falta de creatividad
Fecha: 2009-10-30 01:56:31
Nombre: David Sa
Comentario: Inocente fantasÃa, justificación esporádica, sueños gloriosos, obsesión a rastras. Pienso que es difÃcil ajustar nuestra imaginación a la creación literaria, pero debes tomarlo de manera más exigente para ti mismo, mi hermano. ¡Ãnimo, puedes mejorar tus cuentos!
Fecha: 2009-08-01 11:58:17
Nombre: sari
Comentario: que bueno este cuento pero es un poco largo si.
el final es muy triste y a de cir verdad ya lei un cuento igual a este hace tiempo.