Había una vez una escuela primaria en el centro de la ciudad de San Luis Potosí, en la cual el lunes por la mañana el director de la escuela se preparaba para dar inicio a los honores a la bandera, pero ¡Oh sorpresa¡ ¡La bandera no estaba en su nicho¡ El director se dio a la tarea junto a todos los maestros y todo el personal de la escuela incluyendo a los niños de buscar el Lábaro Patrio.
Había una vez una escuela primaria en el centro de la ciudad de San Luis Potosí, en la cual el lunes por la mañana el director de la escuela se preparaba para dar inicio a los honores a la bandera, pero ¡Oh sorpresa¡ ¡La bandera no estaba en su nicho¡ El director se dio a la tarea junto a todos los maestros y todo el personal de la escuela incluyendo a los niños de buscar el Lábaro Patrio.
Todo fué inútil, por toda la escuela no la encontraron, el director estaba sumamente preocupado,sin embargo tuvo una corazonada: sabia que algunos alumnos de 2´a se juntaban por las tardes a jugar a la escuelita en casa de Fatima una niña de 8 años.
Por lo tanto el director se presentó por la tarde en casa de Fatima y en efecto, se encontró con casi todo el grupo de
2´A rindiendo honores a la bandera .Todos los niños entonaban el himno nacional Méxicano con voz clara y se les notaba en la mirada el amor a la bandera. El maestro le preguntó a Fátima que quién había tomado la bandera y de quién había sido la idea, porque a los responsables les esperaba la inminente expulsión de la escuela.
Contestó Felipe, un niño de 8 años, quién mirando a los ojos al maestro, le dijo: lo que sucede señor director, es que en la escuela cuando rendimos honores a la bandera, los niños de los otros salones, no la respetan, se rien, juegan, hablan y se distraen mientras nosotros cantamos el Himno Nacional. Por eso decidimos, tomar prestada nuestra bandera, no se enoje director. El director se quedó pensando, y desde ese día, todos los lunes, los honores a la bandera se llevan a cabo en el patio de la casa de Fátima.
//alex
La bandera perdida
Autor: Gabriela Cancino Gracidas
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Cuento publicado el 01 de Enero de 2017
Todo fué inútil, por toda la escuela no la encontraron, el director estaba sumamente preocupado,sin embargo tuvo una corazonada: sabia que algunos alumnos de 2´a se juntaban por las tardes a jugar a la escuelita en casa de Fatima una niña de 8 años.
Por lo tanto el director se presentó por la tarde en casa de Fatima y en efecto, se encontró con casi todo el grupo de
2´A rindiendo honores a la bandera .Todos los niños entonaban el himno nacional Méxicano con voz clara y se les notaba en la mirada el amor a la bandera. El maestro le preguntó a Fátima que quién había tomado la bandera y de quién había sido la idea, porque a los responsables les esperaba la inminente expulsión de la escuela.
Contestó Felipe, un niño de 8 años, quién mirando a los ojos al maestro, le dijo: lo que sucede señor director, es que en la escuela cuando rendimos honores a la bandera, los niños de los otros salones, no la respetan, se rien, juegan, hablan y se distraen mientras nosotros cantamos el Himno Nacional. Por eso decidimos, tomar prestada nuestra bandera, no se enoje director. El director se quedó pensando, y desde ese día, todos los lunes, los honores a la bandera se llevan a cabo en el patio de la casa de Fátima.
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