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La noche intranquila

Autor: Miguel Caballero Valenzuela

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Cuento publicado el 16 de Abril de 2016


Era una noche muy oscura de invierno, no llovía, el viento no soplaba demasiado fuerte y la temperatura tampoco era muy fría para el mes de enero, pero había algo raro en el ambiente que inquietaba un poco.
Sara, había llegado tarde de trabajar y con la cabeza bloqueada de tanto papeleo, letras y números de la oficina en la que trabaja, se dio una ducha rápida para relajarse y se arrimo al frigorífico para comer algo sin poner muchas cosas por medio y poder reposar en el sofá viendo un poco la televisión, antes de quedarse dormida.

Comenzó a sospechar que algo raro ocurría en la tranquilidad de la noche, se asomo varias veces a la ventana sin ver nada anormal, pero no se tranquilizaba, al contrario cada vez se ponìa un poco más nerviosa.
La sombra de un gran àrbol que había en el jardìn, se parecía cada vez mas a un gran monstruo con dos cabezas y seis brazos, pero ella misma se tranquilizaba diciendo, solo es la sombra del árbol, pero tampoco se conformaba demasiado por que también oia una especie de aullido, que inquietaba demasiado, será el viento cuando pasa a través de las ramas, se consolaba ella misma.
llamó a su amiga Laura por teléfono, para contarle no sabia bien que, pero por lo menos sentirse un poco mas acompañada, tranquila y distraída, Laura le decía que no pasaba nada que era todo fruto de su imaginación, que estuviera tranquila, se acostara e intentara dormir, que mañana lo vería todo de distinta manera y se reirían de lo acontecido.
Sara, le contesto que eso era lo que ella quería hacer, pero no podía, solo se asomaba a la ventana una y mil veces sin ver nada, no era tarde, pero no pasaba ningún coche por la calle y los perros de los vecinos, que siempre estaban labrando, misteriosamente estaban callados y dentro de su caseta.
De repente, las cortinas de una de las ventanas, comenzaron a moverse levemente, sin motivo aparente, se acerco muy despacio y muy inquieta, descubrió que la ventana, que creìa cerrada, estaba abierta, con una apertura como la palma de la mano, todo comenzaba a ponerse un poco feo y ella empezaba a tener miedo de verdad.
Los vasos que habían en una estantería comenzaron a moverse y rozar entre ellos durante unos segundos, seguidamente unas cajas que estaban encima de un mueble, también se mivieron simultaneamente durante un poco tiempo.
Sara, se puso muy nerviosa y aterrada, volvió a llamar por teléfono a su amiga Laura, pero para colmo, no contestaba, estaba tan asustada que no se atrevía ni a salir a la calle, pensó en llamar a la policía, pero no sabia que decirle, cuando de prnto el teléfono, que estaba colgado en la pared, se desplomó hasta el suelo y dejo de funcionar.
La puerta de su dormitorio, se abrió muy despacio, los libros de su estantería, comenzaron a caerse al suelo y encima de la cama,no se atrevía ni siquiera a asomarse, pero no podia llamar a nadie, por que el teléfono no funcionaba.
Se sentó en el suelo y comenzó a llorar, como dándose por vencida, pues no le salían ni los gritos de su boca temblorosa, mientras los ruidos y el movimiento de cosas continuaban, hasta las puertas del armario se abrían solas.
Cerraba los ojos y se tapaba la cara con las manos, llorando y temblando de miedo, por que ahora si sabia que algo estaba ocurriendo y que había algo o alguien en su casa, pero ella no veía nada ni a nadie.
Ya estaba dispuesta a rendirse y no luchar, por que no sabia contra quien tenia que enfrentarse, cuando de repente le entro un arrebato de valentía´y se dijo a si misma, no me rendiré tan fácil, siempre he sido una luchadora en todo y ahora no será una excepción, luchare y luchare hasta averiguar contra que o quien.
Se quitó las manos de la cra, abrió los ojos y se levanto del suelo, casi de un salto, dispuesta a luchar, cuando misteriosamente todo se calmo, los libros dejaron de caerse y el resto de cosas dejaron de moverse, como si temieran su arrebato de valentía.
Entro en el dormitorio, se acerco al armario y abrió las puertas de par en par, estaba toda la ropa revuelta, miro hacia las estanterías y comenzó a colocar los libros caìdos, las cajas de encima del armario también estaban un poco descolocadas y se dispuso a colocarlas y ordenarlas.
Cada vez estaba mas desconcertada y ya no sabia que pensar ni que decir, poco a poco fue colocando todo en su sitio, con mucha desconfianza caminaba muy despacio y miraba para todas las partes, movía los objetos para ver si encontraba algo sospechoso, una huella o no sabia bien que es lo que buscaba y nada quería encontrar.
Depués de bastante tiempo buscando y colocando a la vez, sin ver nada, decidió acostarse para intentar dormir, pues estaba muy cansada del trabajo y muy nerviosa de lo acontecido.
Se tumbo en la cama, apago la luz e intento dormir, pero era casi imposible con un ojo cerrado y otro abierto, todo parecía moverse y todo parecía quedarse quieto, no sabia que pensar, se estaba volviendo loca y lo miraba todo detenidamente.
Después de bastante tiempo dando vueltas en la cama sin conseguir dormir, observo que comenzaba a moverse muy despacio un porta fotos que tenia sobre la mesa del escritorio, se levanto silenciosamente, con la luz apagada y temblando de miedo, se armó de valor y de un movimiento brusco retiro el porta fotas, dando un salto hacia atrás y gritando a la misma vez, vio una silueta de una cosa larga y peluda, que se movía de un lado para otro, despacio y silenciosamente, parecía una serpiente peluda.
Corrió para encender la luz, y no se atrevía a mirar de cerca, pero no le quedaba mas remedio si quería saber que es lo que era eso que estaba acabando con sus nervios y su paciencia.
Se acerco muy despacio y mirando detenidamente observó, que no paraba de moverse, no tenia ojos ni boca, era de color marrón con unas rayas negras y no producia ningún ruido, cogió una escoba y comenzó a golpearlo, los movimientos lejos de detenerse, comenzaron a ser mas rápidos y mucho mas agresivos.
También comenzaron a oírse unos aullidos de fondo y la mesa del escritorio se movía y se zarandeaba como si se fuera a caer, Sara se retiró y se apoyo en la pared, ya no tenia fuerzas para nada mas, se puso a llorar y a gritar como una loca, estaba vencida y no tenia ni aliento para respirar.

los cajones del escritorio se movían tan rápido que parecía que iban a salir volando, la cosa peluda desapareció y todo se calmo de nuevo.
Sara estuvo un momento recuperàndose y al acecho, observando cualquier movimiento, que no existía, y en un nuevo arrebato de valor, se acerco a la mesa del escritorio y mirando por todos los lados no veia nada, comenzó a abrir los cajones muy despacio y con mucho miedo, abrió el primero y no había nada, abrió el segundo y tampoco, se disponía a abrir el tercero cuando esta salió disparado disparado, golpeando a Sara fuertemente en el pecho, casi sin respiración y con la vista nublada vio una bola de pelo oscura, mucho mas grande que lo que había visto antes, saliendo del cajón y de un gran salto se subió encima del armario, esta vez si le vio los ojos, eran grandes, brillantes y parecían iluminados.
Se quedo inmovíl encima del armario y con las miradas enfrentadas, como si se quisieran hipnotizar, Sara se dio por vencida, cerrando los ojos y bajando los brazos, se sentò en el suelo, por que todavía no sabia que es lo que era, parecia que cambiaba de tamaño cada vez que lo miraba.
Dando un salto gigantesco se poso en las rodillas de una distraida Sara, que dando un grito tan fuerte, hasta la cosa extraña se asusto y volvió a saltar hasta el punto que desaparareció nuevamente.
Sara no sabia que hacer, y seguía gritando como loca, y no veía nada con la neblina de los ojos de tanto llorar, se calmo un poco y empezó a mirar despacito para ver donde estaba la cosa extraña y no veía nada.
Comenzó a respirar profundo para tranquilizarse un poco y mirar por todos los sitios, temblorosa del miedo, no sabia si salir corriendo o quedarse quieta en un rincón, cada vez estaba mas nerviosa y mas confusa, ya había visto a esa cosa tan extraña y ahora le parecía mas rara todavía, por que una serpiente peluda con ojos brillantes y que salta de esa manera tan potente, no le cuadraba demasiado.
El silencio se apodero nuevamente de la casa y nada se movía y nada ocurría, Sara caminaba despacito y girando la cabeza para todos los sitios para oír o ver algo, deseando y temiendole a la misma vez.
Se asomaba a la ventana una y mil veces mirando pero sin ver, solo pensaba, en su mente estaba como grabada a fuego la imagen de esa cosa y trataba de buscarle alguna explicación o definirla de alguna manera, era todo tan raro que no entendia nada de nada.
Pasaba de una habitación a otra, todo lo hacia muy despacio, tan despacio que solo el corazón palpitaba rápido, tan rápido que parecía que se le iba a salir del pecho.
Lloraba pero sin llanto, gritaba pero sin voz, solo las lágrimas iban bajando por sus mejillas e iban dejando el rastro de su camino, estaba aterrada e impaciente.
De pronto vio una sombra cruzando todo el pasillo a la velocidad de la luz, un grito salio de su garganta tan fuerte que comenzaron a moverse simultaneamente todas las sillas del salón.
Volvió rápido para ver si pillaba algo con sus maltrechos ojos, pero solo veia todas las sillas desordenadas y alguna caída por el suelo, se quedó quieta nuevamente y solo volvia a girar la cabeza para todos los lados.
Observaba todo minuciosamente y no veía nada raro en les figuritas de la decoración, pero por la parte del suelo notaba algunos cambios, como por ejemplo los cojines del sofá estaban algunos por el suelo y otros mal colocados, se dispuso a colocar todo en su lugar y mientras seguía observando todo.
En el rincón donde se unían los dos sofás, había una mesita donde se ubicaba una lamparita y un revistero, en ese revistero se dispuso a mirar cuando salió casi volando una bola de pelo negra que le pasó rozando la cara, del susto, Sara se cayó de espaldas y se quedo semi inconsciente tendida en el suelo casi sin poder moverse.
Las horas iban pasando y el cansancio junto con el pánico se iban apoderando de Sara, ella ya no podía mas y no sabia que hacer, solo llorar y temblar.
Se levanto del suelo como pudo y caminando a gatas iba alejandose de ese lugar para dirigirse de nuevo al dormitorio.
No podía entender nada, era una cosa muy extraña, habeces parecía una serpiente peluda con ojos brillantes y otras una bola de pelo sin ojos, Sara estaba rendida y solo quería cerrar los ojos y que pasara lo que tuviera que pasar, ya no podía mas, estaba tan aterrada y tan entregada que ya le daba igual lo que le pudiera pasar.
Ella solo entendía que era una cosa extraña, que cambiaba de aspecto y de tamaño con facilidad y a la misma vez podia dar grandes saltos y correr a gran velocidad, madre mìa, que dilema tenia Sara en su cabeza.
Se disponia a acostarse en la cama, dàndole igual lo que pudiera pasar, por que estaba totalmente entregada y solo quería dormir.
Estando ya profundamente dormida, empezò a oír un sonido de fondo que no era lo bastante fuerte como para poder despertarla, pero ese sonido fue aumentando su volumen y a la misma vez lo acompañaba una voz que decia su nombre.
Poco a poco se iba despertando y oìa con mas claridad los sonidos y las voces, los sonidos eran golpes en la puerta con los nudillos de la mano como llamando y las voces eran diciendo su nombre, "Sara estas, Sara abre por favor", se levanto de la cama dando un salto y se acerco a la puerta y pregunto quie era, respondió, "soy tu vecino Pedro, puedes abrir, por favor", Sara contesto, "que quieres a estas horas", Pedro respondiò, "es que estoy muy preocupado, por algo que ha pasado", Sara primero miro por la mirilla para ver que en verdad era Pedro, y después abrió la puerta.
Pedro entro y se disponia a explicar a Sara lo que le habia ocurrido, cuando de repente, Sara se puso a llorar de tanta tensión que tenia acumulada, Pedro se quedo muy sorprendido y a la misma vez le pregunto que le pasaba, Sara no sabia por donde empezar y tampoco podia hablar del temblor que tenia en todo el cuerpo.
Pedro, estaba muy preocupado por Sara, y viendo que ella no podìa hablar ni tampoco dejaba de llorar, se dispuso a explicar lo que le había sucedido a el, como para calmarla un poco, Sara por favor vamos a sentarnor en el sofá, bebe un poco de agua, tranquilízate y mientras te cuento que me ha pasado.
Mira Sara, decia Pedro, estaba yo en mi casa estudiando tan tranquilamente y a mi lado estaba Isidro, cuando, supongo que debido al recalentamiento, la bombilla del flexo exploto dando un fogonazo y un ruido grande, por tal motivo Isidro se asustó y se fue corriendo, estoy buscándolo por todos los sitios y no lo encuentro.
Sara recuperándose un poco, preguntó, ¿quièn es Isidro?, Pedro respondió, es el gato de un amigo, que me lo dejo, por que iba de viaje, Sara vovió a preguntar, ¿como es?, dijo Pedro, es de color oscuro y tiene los ojos grandes y muy brillantes, casi sin dejar de terminar de hablar a Pedro, Sara respondió en voz alta, de que color tiene la cola, dijo Pedro, "negra con rayas marrones", de repente Sara comenzó a reír, como si hubiera vuelto loca, "un gatoo", Pedro no entendia nada y solo preguntaba, ¿que te pasa Sara, acaso lo has visto por aquí?, Sara seguía riendo y a la misma vez decía, ¿que si lo he visto?, pues mira Pedro, verlo, lo que es verlo, no lo he visto, pero sentirlo, si lo he sentido, y por poco me mata de sustos que me ha dado el Isidro tonto ese, jajaja, comenzó a reir también Pedro y preguntó, ¿que es lo que ha pasado?, Sara le contó todo con pelos y señales y no paraban de reír los dos.
Bueno, dijo Pedro, entonces vamos a buscarlo a ver donde se ha metido Isidro.
Comenzaron a llamarlo por su nombre y viendo que no respondìa, miraban por todos los sitios, cuando lo descubrieron debajo de la cama temblando de miedo.
Lo recogió Pedro y comenzó a acariciarlo para que se tranquilizara, una vez mas tranquilo Isidro, Pedro le dijo a Sara, ¿ves que bonito y que bueno es?, Sara respondiò con mucha ironia, si, buenisimo, casi me mata, jajaja, comenzaron a reirse los dos, Sara se acerco a Isidro, acariciandolo y a la misma vez le decìa , "que bonito, pero que malito eres", Pedro y Sara estuvieron un rato mas hablando y después se despidieron, Sara se volvia a acostar y no paraba de reirse de todo lo ocurrido, ella misma se decia, que susto, por Dios con el gatito del demonio, jajaja, mañana cuando se lo cuente a Laura ni se lo va a creer, jajaja, por lo menos tendremos buena conversación en la oficina y se hará mas amena la mañana, jajaja, continuaba riendo.

//alex


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Últimos comentarios sobre este cuento

Fecha: 2016-05-15 22:03:33
Nombre: Andrea Herrera
Comentario: Muy bueno, pero que susto, con el Isidro.


Fecha: 2016-04-23 01:17:14
Nombre: Felipe Bonilla
Comentario: Me ha parecido muy bueno, con una trama de inicio a fin y con intriga hasta el final. Una prosa muy llana y sencilla .
Este es Tu camino , Amigo.


Fecha: 2016-04-22 12:15:32
Nombre: fco Delgado
Comentario: Me ha parecido muy buena el cuento espero que pronto nos vuelve a soprender con otro relato.


Fecha: 2016-04-18 15:36:25
Nombre: MARI
Comentario: Imaginativo y genial! Enhorabuena!


Fecha: 2016-04-18 11:19:50
Nombre: Miguel
Comentario: Intriga y divertido a la vez


Fecha: 2016-04-18 06:24:09
Nombre: Tomi
Comentario: Miguel, enhorabuena!!! Un cuento fresco, y divertido. Espero volver a leerte pronto por aquí.