El libro de cuero rojo. Cuentos cortos de terror


El libro de cuero rojo

Autor: Erick Sebastian Medrano Avila.

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Cuento publicado el 19 de Marzo de 2017


Esta es la historia de como mi vida paso de ser toda una maravilla a ser una reverenda mierda, perdon por la terrible forma de expresarme, pero no puedo decirlo de otra manera, no encuentro otra manera de referirme a lo que me paso en realidad.
Para empezar, mi nombre es Samuel, el dia antes de que empezaran los eventos que apenas ahora, espero que no sea de otra manera, terminaron, fue un dia al que ustedes etiquetarian de normal.

Al salir de clases era ya costumbre que yo y mis amigos salieramos a la calle a jugar futbol un rato en la tarde, aquel dia no fue diferente de los otros dias, mi ejor amigo, Raul, trajo su balon favorito, un balon original del America, que en equel entonces era un equipo de mucha fama, en fin, todo continuo normal.
Ya habian pasado dos horas mas o menos, el sol ya esta en sus ultimas, casi se ocultaba, pero aun asi nosotros seguiamos alli, jugando, divertiendonos.
Yo decidi tomar un descanso, pues siempre es agotador jugar futbol, mas si no se trae agua consigo, asi que me cente en la banqueta, para tomar un poco de aire.
Mis amigos seguian jugando justo frente a mi, ya la luz de la calle se habia encendido, aun habian de esas luces amarillas lagañosas que se usaban, por lo que el balon a duras penas era vicible, pero eso no importaba mucho realmente. no me di cuenta, pero, por la banqueta, por la misma por la que yo estaba sentado, un sujeto se aproximaba, yo solo pude verlo una vez que este paso junto a mi, estaba muy andrajoso, sucio, desaliñado y caminaba de una manera extraña, moviendo escandalosamente los brasos, dando pasos bastantes separados unos de otros pero a la vez casi arrastrando los pies, me volteaba a ver en ocaciones, pero rapidamente desviaba la vista y aceleraba el paso.
Realmente no tome tanta inportancia, tal vez se habia tratado de algun drogadicto, que por mi barrio no faltaban, de lo que jamas me di cuenta fue, que, junto a mi, el hombre dejo un libro, el libro.
Al terminar de jugar futbol, Ramon, un amigo de la escuela, me dijo que si aquel libro de cuero rojo era mio, yo le dije que no, era la primera vez que lo veia.
Lo tome y lo hojee, no tenia ni una sola letra, las hojas estaban en blanco, asi que supuse que estaba nuevo, ademas, tenia bastantes hojas, por lo que podria usarlo para la escuela o, mejor, para dibujar, que era algo que me encantaba.
Lo tome y lo lleve a casa aquel dia.
Es curioso como de tenerlo alli, sobre mi mueble de la ropa, de repente desaparecio, pero no le di importancia, mejores cosas se perdian en mi habitacion, pues no solia limpiarla muy seguido, a menos que mi mama e lo ordenara.
Fue de aqui en adelante que las cosas malas empezaron a pasar.
Por las noches, podia escuchar los diminutos pasos un un insecto con muchas patitas, caminar por la pared, pero jamas veia al insecto, pensaba que se trataba de un cienpies que caminaba por el interior de la pared, pero era muy fuerte el ruido, podia escucharlo chillar y moverse entre los muros, eso no me permitia dormir.
No fue sino hasta una noche que, mientra s terminaba la tarea, escuche el chillido del maldito insecto, aun mas fuerte que otras veces, se escucho junto a mi cama, voltee para verlo, por reflejo natural, y alli estaba, era el insecto, pero, para i desafortunada sorpresa, no era un insecto normal, era un desgraciado y abominable insecto de mas de un metro de largo, tal vez un metro y medio, con algo parecido a una cabeza de bebe o una cabeza humana sin pelos.
Grite tan fuerte como fui capaz, para ver si mi mama o mi papa me auxiliaban, pues no pude moverme por mas que lo intente.
El insecto me veia con esos ojos, casi muertos, era como si por pura coincidencia las pupilas estuvieran vueltas hacia mi.
Escuche los pasos de mis padres, que se dirijian hacia mi habitacion, entonces el incecto se oculto debajo de mi cama, decendiendo rapidamente y colandoce por aquellos diez centimetros que habia entre la cama y la pared en la que se encontraba pegado con sus ponsoñas, patas o pesuñas, como sea que se le llame a esas cosas.
Mis padres entraron, preguntandome porque habia gritado, yo solo les dije que algo grande se habia metido debajo de mi cama, asi que mi papa, bruscamente, movio la cama hacia un lado, dejando ver en el suelo, debajo de la cama, una horrible y apestosa baba purpura verdosa.
Les explique que un enorme y horrible insecto habia estado alli, era similar a un cienpiez, pero gigantesco y con una cabeza similar a la de un hombre blanco y alvino, mis papas no creyeron eso, desde luego, pero tampoco me tomaron por un loco, pues la baba purpura verdoza era algo que ellos, o yo, hubieran visto alguna vez.
El insecto no aparecio aquel dia, nisiquiera el resto de aquella semana, por lo que olvide al insecto por un tiempo, pues solo fue un susto, uno terrible.
Debo aclarar que, de aqui en adelante, todo ocurrio de una manera muy rapida y descontrolada, para ser mas directos, todo se fue al carajo.

Todo se va al carajo.

Yo jamas habia sido enfermizo, solia jugar en la lluvia, en el lodo, andar en el sol, lo que fuera, por lo que el hecho que cada enfermedad que hubiera en la temporada yo tambien la contrajera era algo que a mis papas le extrañaba.
Ya no podia salir al sol, porque empezaba a estornudar y a moquear incontrolablemente o simplemente me sangraba por chorros la nariz, no podia estar poquito tiempo en el fresco de la tarde porque empezaba con la toz y las flemas, no podia mojarme poquito con la lluvia porque luego luego me daba gripe, por lo que me fue imposible jugar con mis amigos.
Todo el tiempo lo pase adentro de mi casa, mirando por la ventana a las otras personas pasar por las calles que yo antes recorria sin el miedo de que una estupida enfermedad me detubiera. Solo estaba alli sentado frente al televisor o en la computadora, la unica razon por la que salia era para ir a la escuela, aunque tampoco me iba bien alli.
Pues si bien, no era yo el mas inteligente de la clase, tampoco no era de lo peor, mi promedio era de 8.7 casi siempre, por lo que fue alarmante para mis profesores que mi calificacion pasara de promedio a casi reprobado, la razon, era sencilla, empece a sentirme muy agotado durante las clases, sin energia, sin animo, muchas cosas empezaron a molestarme, cosas que ahora considero simplemente irracionales, mi conducta tambien empeoro, a los enfadosos que antes simplemente los ignoraba ahora no los soportaba y en dos ocaciones hasta termine peleando con ellos, claro, jamas fui bueno para las peleas, asi que termine la ultima vez en el hospital, seguido de la ya conocida ayuda Psicologica, la cual concidero que si funciona, pero sea lo que sea que a mi me estuviera pasando no era normal.


Terminaron expulsandome de la escuela, pues creyeron que no servia que siguiera asistiendo, aunque eran pocos los dias que si asistia, pues solia estar enfermo o simplemente no me sentia con animos.

Termine consiguiendo un trabajo mediocre, limpiando un taller de mecanica, por lo que solo me pagaban 200 pesos.

Hasta ese momento crei que la mala pata solo me estaba invadiendo a mi, pues estaba ciego a lo que realmente etaba pasando, solo veia las nuves de mis penas y rencores, mis enfermedades y los males que me aquejaban, sin saber que, otro miembro de mi familia, mi papa, estaba aun peor que yo.
Ni yo ni mi madre sabiamos que papa estaba pasando por una terrible crisis, al parecer su trabajo se habia ido a la quiebra, por lo que el termino decempleado, el habia trabajado toda su vida en una muebleria y hasta donde yo supe le habia ido muy bien, pues realmente de eso viviamos, pero jamas nos enteramos de como o porque la empresa habia cerrado.
La crisis de papa fue tan terrible que apenas y lo veia en casa, tomo un trabajo de velador, en el cual termino tomando el horrible vicio del licor, el cual lo trastorno por completo, ya no nos ayudaba con los gastos del hogar, esa tarea paso de lleno a mi y a mi mama, pues papa preferia gastarlo en licor, tonalla, cuando no habia para mas y himador cuando bien le iva.
Una noche escuche su llanto, estaba en el pasillo superior de la casa, junto a mi cuarto, maldecia su existencia, maldecia la existencia de Dios e incluso la existencia de mi madre y mia.
Aquellos quejidos continuaron por mas de una hora, en la cual pude sentir como su voz se iva enbriagando mas y mas, hasta que las maldiciones se convirtieron en simples vurlas, en las cuales se virlaba de mi, mi mama y todo lo que lo rodeaba, ganas no me faltaban de habrir la puerta y golpearlo tan fuerte como me fuera posible, en ese momento lo ODIABA!

Siguio asi, vurla tras vurla, cada vez menos soportable, hasta que no pude mas.
Habri la puerta, mi intencion era golpearlo, si se pudiera, hasta dejarlo inconciente, pero al habrir la puerta solo me tope con el cuerpo inerte y sin vida de el, valanciandose muy levemente de un lado a otro, colgando de una cuerda que habia sido amarrada de uno de los soportes del techo, pues el pasillo jamas habia sido reparado al cien por ciento.
El estaba muerto, yo estaba paralizado del horror,pero a la vez senti un morbido alivio dificil de explicar, intente caminar hacia las escaleras, pues pensaba en contarle lo ocurrido a mi madre, pero justo cuando le di la espalda al cuerpo que colgaba del techo, escuche nuevamente los quejidos de mi papa.
Las piernas me fallaron, termine incado frente a las escaleras, la espalda ahora me dolia de tanto temblar, pues aquella voz seguia brotando de los labios muertos de mi padre, maldecia a la vida, maldecia a Dios, me maldecia a mi, pero lo hacia muerto y con un sarcasmo que yo no podia soportar.
Entonces, al ver que mis pies no reaccionarian, decidi simplemente impulsarme con mis manos escaleras abajo, callendo hasta el piso inferior, en donde escuche por ultima vez: -Maldito seas tu, demonio maldito-

Nuevamente pase por el mismo proceso que antes habia vivido, la ayuda psicologica, los estudios de salud y las otras estupideces que no servian de nada, finalmente pude volver a casa.

Era un miercoles, eso lo recuerdo muy bien, cuando entre a mi habitacion y, por primera vez en un largo tiempo, me tope con aquel libro de cuero rojo, lo tome y lo habri, ahora tenia en su interior muchos signos desconocidos, por lo menos hasta la mitad del libro, algo que me preocupo bastante, pues despues de todos los incidentes, mi mama se habia vuelto cristiana o algo asi, por lo que tener aquellos signos y dibujos en un libro podria ser algo malo para su salud, la cual tampoco era muy buena.
Escondi el libro en un cajon, uno que jamas usaba, pues ahora sentia que aquel libro no contenia nada bueno.
La casa empezo a volverse un lugar muy pesado en cuanto a anviente se trataba, por las noches debia lidiar con el sonido de las patas de un insecto que caminaba por las paredes, el cual ahora estoy seguro que era el mismo, y de los lamentos dolidos me mi padre, que, fantasmagoricamente se escuchaban en ocaciones detras de los muros.
Una noche, mientras dormiamos, se escucho el sonido de la puerta, la habrian y cerraban una y otra vez, despues fue la de la entrada de la casa, despues las ventanas y las otras puertas de adentro, todas al mismo tiempo, se empezaron a escuchar murmullos por todos lados, pasos que ivan y veniana, sonidos desgarrantes por aqui y por alla, de repente las cosas caian, sin motivo aparente, senti horror, mi mama entro a mi habitacion horrorizada tambien, solo nos habrasamos y nos tiramos al suelo, mientras el estruendo de miles de personas que, oviamente, no etaban alli nos derribaba, risotadas, carcajadas, gritos y maldiciones por todas partes.

Cuando finalmente termino todo salimos a revisar que habia ocurrido, lo que vimos fue algo increiablemente perturbador, miles de huellas tapisaban, no solo el suelo, sino tambien las paredes y el techo con manchas de lodo con forma de pies humanos, los objetos como retratos, muebles, sillas, la televicion y demas cosas, platos, se encontraban destrosadas en el suelo, los asulejos del baño destrosados, como si algo de buen tamaño hubiera pisado alli.
Aun no paraba de temblar, cuando, por entre mis pies paso aquel insecto gigantesco, el cienpies que hacia unos años habia visto en la pared, precisamente, tenia una cabeza similar a la de un humano, pero sin nariz no pelo, di un gran brinco hacia atras, aquella cosa habia rozado mis pies y se diriguia hacia la sala, en donde se encontraba la televicion destrosada, al igual que la mayoria de las cosas de la casa.
Mi mama solo balbuseaba, sin decir nada realmente, estaba terriblemente confundida y asustada, yo en realidad no lo estaba, solo estaba asustado, horrorizado, pero sabia muy bien que todo era mi culpa.
Me diriji a mi habitacion, entre y, justo como lo esperaba, el libro estaba justo encima de mi cama, lo tome y se lo mostre a mama.
Esta vez el libro contenia cosas que antes no habia visto, dibujos, garabatos, de criaturas extrañas violando a personas en lo que parecia ser el infierno, metodos de tortura y castigos que ni siquiera la terrible iquisicion hubiera podido imaginar.
Mi mama me miraba con un terrible asco, pues era uy creyente de cosas como la brujeria, fantasmas y demonios, empezo a regañarme, a reclamarme porque no se lo habia dicho, porque lo habia conservado, porque no lo habia tirado.
No pude decir una sola palabra, pues sabia bien que todo era probablemente mi culpa, la mala bibra que nos invadio a mi y a los demas, la crisis de mi papa y su muerte, los acontecimientos inexplicables, todo.
Yo no recuerdo si lo siguiente realmente paso, pues justo despues mi cabeza empezo a arder terriblemente, en un instante todo se volvio negro y despues desperte en una camilla de un hospital.
Ahora la policia me quiere arrestar por el asesinato de mi propia madre, esa trarde un grupo de policias se acerco y me tomaron por la fuerza, ahora no entiendo que hice o que paso, pero segun la investigacion forense, yo habia descuartizado con un vidrio el cuerpo completo de mi mama, la sangre estaba en mi, en mis manos, el bidrio habia lacerado la carne. Pero... yo no lo recuerdo!

//alex


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Últimos comentarios sobre este cuento

Fecha: 2017-10-26 08:54:18
Nombre: Rodrigo Montoya
Comentario: Hola Erick. La trama del cuento puede ser interesante, pero coincido con el usuario Pablo Guillén, en que la ortografía es pésima, espantosa y al igual que él, no pude terminar de leer la historia. Por favor, más cuidado con la ortografía y más cuando se trata de una publicación de este estilo, la cual va a ser leída por mucha gente. un saludo y buena suerte.


Fecha: 2017-03-22 22:37:40
Nombre: pablo guillen
Comentario: disculpa, no pude terminar la lectura de tu cuento y no fue por el argumento o el tema, se debe a algo elemental: la falta del acento ortografico y la apropiada ortografia de las palabras. Lo del acento puede ser disculpable debido a que los teclados principamente en ingles carecen del acento y de la letra ñ, sin embargo lo que es imperdonable es la mala ortografia que utilizas, un buen escritor que como tal lo eres, debe cuidar este aspecto, este defecto en la gramatica afea las buenas historias. Mi recomendacion para ti (perdona el tuteo), como para mi mismo, una principalmente, es el uso de un diccionario y leer a los demas, perdon si te incomodas, trato de criticar constructivamente. Buena suerte.