Caminaba entre las lápidas buscando evitar todas las preguntas tontas de quienes acompañaron el cortejo hasta el campo santo.
-¿Cómo fue?. ¿Por qué si estaba en la plenitud de la vida?. ¿Sufrió? -
Se repetían una y otra vez. Ya había llorado tanto, solo deseaba estar a solas con esa tristeza que le agobiaba.
Caminaba entre las lápidas buscando evitar todas las preguntas tontas de quienes acompañaron el cortejo hasta el campo santo.
-¿Cómo fue?. ¿Por qué si estaba en la plenitud de la vida?. ¿Sufrió? -
Se repetían una y otra vez. Ya había llorado tanto, solo deseaba estar a solas con esa tristeza que le agobiaba.
Rodeó un macizo de hortensias moradas, por un momento se sentó junto a las flores permitiendo al escaso sol de la tarde tocar su cuerpo, extrañamente seguía con frío y esa sensación de que su vida no sería la misma de aquí en adelante.
Vio a su madre abrazada a sus hermanas, sintió la necesidad de ir hacía ella para brindar el consuelo de su presencia, pero la llegada de su padre la detuvo, esa mañana habían discutido y aún no quería hablar con él.
Tenía un gran resentimiento siempre había preferido a sus demás hijos y se lo hacía notar con cada una de sus decisiones, se fijo mejor, no se lo veía como siempre, esos hombros erguidos y la cabeza alta en estos momentos se encontraban escondidos era como si llevara un gran peso sobre ellos y una vergüenza profunda en el alma; se fijo mejor su padre estaba llorando, jamás lo había visto así, el corazón se le quebró y el amor le movió a querer abrazarlo. Extendió los brazos con amoroso gesto pero no encontró el cuerpo que buscaba, al moverse un paso pudo ver la tumba ante la cual su madre, su padre y sus hermanas lloraban, era su tumba. recordó entonces que esa mañana después de discutir con su padre se había marchado de casa para morir en un accidente de tránsito.
//alex
Abrazo
Autor: Martha Rodriguez
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Cuento publicado el 18 de Agosto de 2019
-¿Cómo fue?. ¿Por qué si estaba en la plenitud de la vida?. ¿Sufrió? -
Se repetían una y otra vez. Ya había llorado tanto, solo deseaba estar a solas con esa tristeza que le agobiaba.
-¿Cómo fue?. ¿Por qué si estaba en la plenitud de la vida?. ¿Sufrió? -
Se repetían una y otra vez. Ya había llorado tanto, solo deseaba estar a solas con esa tristeza que le agobiaba.
Rodeó un macizo de hortensias moradas, por un momento se sentó junto a las flores permitiendo al escaso sol de la tarde tocar su cuerpo, extrañamente seguía con frío y esa sensación de que su vida no sería la misma de aquí en adelante.
Vio a su madre abrazada a sus hermanas, sintió la necesidad de ir hacía ella para brindar el consuelo de su presencia, pero la llegada de su padre la detuvo, esa mañana habían discutido y aún no quería hablar con él.
Tenía un gran resentimiento siempre había preferido a sus demás hijos y se lo hacía notar con cada una de sus decisiones, se fijo mejor, no se lo veía como siempre, esos hombros erguidos y la cabeza alta en estos momentos se encontraban escondidos era como si llevara un gran peso sobre ellos y una vergüenza profunda en el alma; se fijo mejor su padre estaba llorando, jamás lo había visto así, el corazón se le quebró y el amor le movió a querer abrazarlo. Extendió los brazos con amoroso gesto pero no encontró el cuerpo que buscaba, al moverse un paso pudo ver la tumba ante la cual su madre, su padre y sus hermanas lloraban, era su tumba. recordó entonces que esa mañana después de discutir con su padre se había marchado de casa para morir en un accidente de tránsito.
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