-Culpable.- dijo con fuerza el juez de la corte.
Sergio es tomado de los hombros por dos policías y se lo llevan.
Una sensación de alivio corre por mi cuerpo. Mi madre me mira con los ojos llenos de lágrimas y me sonríe con tristeza.
-Vámonos, ya todo terminó. ¿No estas feliz hija?. Ya se lo llevaron, lo declararon culpable.- una lágrima cae de sus ojos, se detiene, mira hacia abajo y retoma la palabra.-Discúlpame.
La agarro de la mano, le hago una caricia intentando calmarla.
-No debes pedir perdón por llorar- me seco la cara-Vamos a casa, hay que decirle a papá.
Cuando llegue, vi a mi padre sentado solo en la mesa.
-Les preparé la cena- dibuja una sonrisa enorme sobre su rostro y dice- Veo que no regresaron con buenas noticias, Laura no... - se detiene conteniéndose de no llorar- no importa.
Me siento en la silla a su costado.
-Papá, el caso ya está resuelto, ya encontramos a Laura y a su asesino.
- Entonces ella…- traga saliva- ella no estará para la cena.
Un largo silencio se apoderó de la habitación.
-No importa, cuéntame lo que ocurrió, seré fuerte.
Mi madre se acerca a su costado y apoya su mano sobre su hombro, lo mira con ternura y le dice -Yo sé que sí.
- Bueno, mira papá. ¿Recuerdas la historia de la abuela Sonia?
-Sí, la historia del reloj que ella heredo cuando aún estaba viva, que el reloj según la historia estaba encantado y que él se la había llevado. Amaba al reloj, pero, ¿qué tiene que ver esto con tu hermana?
-Mucho. -me acerqué hacia él y le dije- Presta suma atención, te lo ruego, no lo quiero volver a repetir, tal vez tu si seas fuerte con este asunto, pero yo no.
-Te lo prometo hija mía, y te prometo que pase lo que pase siempre estaremos unidos, -mira a mi mamá y la toma de la mano- los tres.
-Yo sé que sí,- respiro hondo- Bueno, hay algo que jamás te conté, a mama ya se lo dije, pero a ti no. Todo empezó cuando nos contaste la historia de nuestra abuela que jamás conocimos, Laura se había quedado impresionada con todo el relato así que se propuso a investigar acerca de la historia,cada vez sacaba más información. La última vez que hable con ella fue cuando me avisó que iba a la casa de Sergio el abuelo a hacerle unas preguntas. Yo jamás quise que ella fuera porque el abuelo sabía que algo malo andaba mal con ese anciano, pero de todas maneras ella no me obedeció y se fue. Jamás volvió ese día, ¿lo recuerdas?
-Sí, tu abuelo dijo que no la había visto.
-Exacto, pero mentía.
Mi papá tenso dice:
-Lara, hija, no digas estupideces, con esas cosas no se debe jugar, ¿pretendes que me crea que tu abuelo nos mintió?- dijo furioso.
-Mario, el mismo lo dijo, los detectives lo dijeron, tu hija te lo dice y yo también, debes creerle.
-Padre, tranquilízate debes saberlo. El caso es que él nos mintió, y lo que en verdad ocurrió fue que cuando Laura llego a su casa, él ya la estaba esperando. Le conto la verdadera historia y ella espantada salió corriendo, pero al querer huir Sergio la atrapo, intento escapar pero no pudo, intento gritar pero nadie la escucho aunque enseguida él la arrojó al viejo ático y la encerró hasta que se muriera–mantengo la respiración para no llorar- Sonia no desapareció a causa del reloj, la mató el por celos ya que sentía que ella quería más al reloj. Ya encontraron su cadáver, el maldito viejo, al matarla la ocultó dentro de la pared justo detrás del reloj.
Mario no dice nada. Se levanta de la mesa.
-Papá, quédate por favor. Todo es mi culpa por dejar que ella se fuera.
- Lo lamento Lara, quiero un descanso de todo este asunto, y recuerda, que el error fue mío, por haberles contado la historia.
//alex
El reloj
Autor: Anonimous
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Cuento publicado el 05 de Mayo de 2013
Sergio es tomado de los hombros por dos policías y se lo llevan.
Una sensación de alivio corre por mi cuerpo. Mi madre me mira con los ojos llenos de lágrimas y me sonríe con tristeza.
-Vámonos, ya todo terminó. ¿No estas feliz hija?. Ya se lo llevaron, lo declararon culpable.- una lágrima cae de sus ojos, se detiene, mira hacia abajo y retoma la palabra.-Discúlpame.
La agarro de la mano, le hago una caricia intentando calmarla.
-No debes pedir perdón por llorar- me seco la cara-Vamos a casa, hay que decirle a papá.
Cuando llegue, vi a mi padre sentado solo en la mesa.
-Les preparé la cena- dibuja una sonrisa enorme sobre su rostro y dice- Veo que no regresaron con buenas noticias, Laura no... - se detiene conteniéndose de no llorar- no importa.
Me siento en la silla a su costado.
-Papá, el caso ya está resuelto, ya encontramos a Laura y a su asesino.
- Entonces ella…- traga saliva- ella no estará para la cena.
Un largo silencio se apoderó de la habitación.
-No importa, cuéntame lo que ocurrió, seré fuerte.
Mi madre se acerca a su costado y apoya su mano sobre su hombro, lo mira con ternura y le dice -Yo sé que sí.
- Bueno, mira papá. ¿Recuerdas la historia de la abuela Sonia?
-Sí, la historia del reloj que ella heredo cuando aún estaba viva, que el reloj según la historia estaba encantado y que él se la había llevado. Amaba al reloj, pero, ¿qué tiene que ver esto con tu hermana?
-Mucho. -me acerqué hacia él y le dije- Presta suma atención, te lo ruego, no lo quiero volver a repetir, tal vez tu si seas fuerte con este asunto, pero yo no.
-Te lo prometo hija mía, y te prometo que pase lo que pase siempre estaremos unidos, -mira a mi mamá y la toma de la mano- los tres.
-Yo sé que sí,- respiro hondo- Bueno, hay algo que jamás te conté, a mama ya se lo dije, pero a ti no. Todo empezó cuando nos contaste la historia de nuestra abuela que jamás conocimos, Laura se había quedado impresionada con todo el relato así que se propuso a investigar acerca de la historia,cada vez sacaba más información. La última vez que hable con ella fue cuando me avisó que iba a la casa de Sergio el abuelo a hacerle unas preguntas. Yo jamás quise que ella fuera porque el abuelo sabía que algo malo andaba mal con ese anciano, pero de todas maneras ella no me obedeció y se fue. Jamás volvió ese día, ¿lo recuerdas?
-Sí, tu abuelo dijo que no la había visto.
-Exacto, pero mentía.
Mi papá tenso dice:
-Lara, hija, no digas estupideces, con esas cosas no se debe jugar, ¿pretendes que me crea que tu abuelo nos mintió?- dijo furioso.
-Mario, el mismo lo dijo, los detectives lo dijeron, tu hija te lo dice y yo también, debes creerle.
-Padre, tranquilízate debes saberlo. El caso es que él nos mintió, y lo que en verdad ocurrió fue que cuando Laura llego a su casa, él ya la estaba esperando. Le conto la verdadera historia y ella espantada salió corriendo, pero al querer huir Sergio la atrapo, intento escapar pero no pudo, intento gritar pero nadie la escucho aunque enseguida él la arrojó al viejo ático y la encerró hasta que se muriera–mantengo la respiración para no llorar- Sonia no desapareció a causa del reloj, la mató el por celos ya que sentía que ella quería más al reloj. Ya encontraron su cadáver, el maldito viejo, al matarla la ocultó dentro de la pared justo detrás del reloj.
Mario no dice nada. Se levanta de la mesa.
-Papá, quédate por favor. Todo es mi culpa por dejar que ella se fuera.
- Lo lamento Lara, quiero un descanso de todo este asunto, y recuerda, que el error fue mío, por haberles contado la historia.
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