Se dice que la mente humana esta diseñada mas para olvidar que para recordar.
Sus manos solían mantenerse unidas desde el principio de su historia hasta el final de la misma, no hay centímetro de piel que olvide el tacto casi imperceptible de la mano de aquel ser con quien compartió apenas algunos frugales meses de su vida; pues a diferencia de su mente el resto de su cuerpo lo recuerda perfectamente.
Hay quien dice que dentro del mundo del olvido se mantienen frescos y en eterna perpetuidad los recuerdos transparentes al punto de ser casi invisibles.
Eso es algo que no puede escapar a la percepción de Isabel, quien no obstante cierra sus ojos ante tal realidad tan dolorosa para su ya roto corazon.
El sentir su ultimo aliento en la mejilla tan desgarrador que le quemaba por dentro y ver como sus ojitos azules perdían poco a poco el brillo de la vida entre fuertes espasmos que sacudían el débil cuerpo como si fuese un pez al que sacan del agua.
Para finalmente entre lagrimas con sabor a sal y suplicas no escuchadas, captar un ultimo y lastimero "te amo" de parte de aquella persona a quien se entrego en cuerpo y alma...a sabiendas del duro futuro que les esperaba.
No hay peor castigo que ese presente entre el olvido.
Para alguien a cuya vida se le ha arrebatado el deseo de persistir, presa de la congoja que la acompaña cada dia, causando gran melancolía con cada paso que da, con cada nuevo amanecer.
Ese fue el caso de Isabel y Eduardo, unidos por el capricho del destino y separados por el mismo.
A pesar de las sonrisas que al tiempo su rostro volvió a reflejar todos saben que su vida se fue junto con el, a un lugar del que no se puede volver.
Y es por ello que la mente olvida mejor de lo que recuerda; aunque por gracia o por desgracia se cuenta con todo un cuerpo que lo recuerda con tal vividez que impide cualquier intento de olvido.
Lo ultimo que los moribundos ojos de Eduardo lograron enfocar fue el rostro de ella ante el y la mano que no soltó la suya aun cuando esta ultima cayo sin vida sobre las sabanas de la cama.
"Olvida" le decían.
A lo que ella respondía "El olvido solo es parte del recuerdo"
//alex
Los recuerdos del olvido
Autor: Juliet Dupont
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Cuento publicado el 14 de Agosto de 2019
Sus manos solían mantenerse unidas desde el principio de su historia hasta el final de la misma, no hay centímetro de piel que olvide el tacto casi imperceptible de la mano de aquel ser con quien compartió apenas algunos frugales meses de su vida; pues a diferencia de su mente el resto de su cuerpo lo recuerda perfectamente.
Hay quien dice que dentro del mundo del olvido se mantienen frescos y en eterna perpetuidad los recuerdos transparentes al punto de ser casi invisibles.
Eso es algo que no puede escapar a la percepción de Isabel, quien no obstante cierra sus ojos ante tal realidad tan dolorosa para su ya roto corazon.
El sentir su ultimo aliento en la mejilla tan desgarrador que le quemaba por dentro y ver como sus ojitos azules perdían poco a poco el brillo de la vida entre fuertes espasmos que sacudían el débil cuerpo como si fuese un pez al que sacan del agua.
Para finalmente entre lagrimas con sabor a sal y suplicas no escuchadas, captar un ultimo y lastimero "te amo" de parte de aquella persona a quien se entrego en cuerpo y alma...a sabiendas del duro futuro que les esperaba.
No hay peor castigo que ese presente entre el olvido.
Para alguien a cuya vida se le ha arrebatado el deseo de persistir, presa de la congoja que la acompaña cada dia, causando gran melancolía con cada paso que da, con cada nuevo amanecer.
Ese fue el caso de Isabel y Eduardo, unidos por el capricho del destino y separados por el mismo.
A pesar de las sonrisas que al tiempo su rostro volvió a reflejar todos saben que su vida se fue junto con el, a un lugar del que no se puede volver.
Y es por ello que la mente olvida mejor de lo que recuerda; aunque por gracia o por desgracia se cuenta con todo un cuerpo que lo recuerda con tal vividez que impide cualquier intento de olvido.
Lo ultimo que los moribundos ojos de Eduardo lograron enfocar fue el rostro de ella ante el y la mano que no soltó la suya aun cuando esta ultima cayo sin vida sobre las sabanas de la cama.
"Olvida" le decían.
A lo que ella respondía "El olvido solo es parte del recuerdo"
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